Diferencias entre envases reciclables, biodegradables y compostables

La reciente conclusión de un documental de la BBC muy visto mostró imágenes conmovedoras de la vida marina lidiando con las consecuencias de la contaminación plástica. Esto ha despertado una mayor conciencia sobre el impacto ambiental de las actividades humanas, y los residuos de envases emergen como un contribuyente importante al problema.

Una nueva investigación realizada por Waitrose and Partners revela un cambio notable en el comportamiento del consumidor, indicando que el 88% de los espectadores ha modificado sus hábitos de uso de plástico después de ver el documental. El aumento de las consultas relacionadas con el plástico en la cuenta de Twitter de la empresa, que registró un sorprendente aumento del 800 % en los seis meses posteriores al documental, subraya una creciente preocupación entre los consumidores por las cuestiones medioambientales.

En respuesta a esta creciente conciencia, más empresas buscan soluciones de embalaje sostenibles. Términos como reciclable, compostable y biodegradable se emplean con frecuencia en los debates sobre envases respetuosos con el medio ambiente. Sin embargo, a pesar de su uso común, estos términos significan procesos distintos.

Aquí, proporcionamos una descripción general concisa de cada término para facilitar una comprensión clara de sus respectivos significados.
1. Embalaje reciclable
El reciclaje implica la transformación de materiales usados en nuevos productos, desviándolos de los vertederos. Sin embargo, ciertos materiales, como el plástico y el papel estándar, tienen una reciclabilidad limitada, mientras que otros, como el vidrio, el metal y el aluminio, pueden reciclarse indefinidamente. A los clientes les resulta sencillo reciclar el papel, pero con los plásticos, especialmente teniendo en cuenta los siete tipos diferentes de envases de plástico, surgen complejidades. Un estudio de la marca de limpieza ecológica Ecover indica que, si bien dos tercios de los consumidores británicos reciclan diligentemente, el 37% admite incertidumbre sobre la reciclabilidad del embalaje de un producto. Algunas estrategias sugeridas son información más clara sobre el reciclaje en los envases y un cambio hacia opciones de envases reutilizables.

2. Envases biodegradables
Una sustancia biodegradable puede descomponerse naturalmente mediante la acción microbiana, como bacterias y hongos, en condiciones específicas como temperatura y humedad. Sin embargo, el término carece de un plazo específico para su descomposición. Si bien muchos productos son técnicamente biodegradables, algunos pueden tardar años en descomponerse. Los plásticos biodegradables, por ejemplo, requieren condiciones específicas para una descomposición adecuada y pueden emitir gases de efecto invernadero nocivos en los vertederos. A pesar de descomponerse más rápido que los plásticos tradicionales, aún pueden presentar riesgos ambientales.

3. Envases compostables
Los productos compostables, elaborados a partir de materiales naturales como el almidón, se descomponen completamente en abono sin generar residuos tóxicos. El cumplimiento de la norma europea EN 13432 es fundamental para que los productos puedan clasificarse como compostables. El compostaje generalmente ocurre en instalaciones industriales, lo que hace que los productos compostables no sean aptos para el compostaje doméstico a menos que estén etiquetados como Home Compostable. En particular, los plásticos compostables y biodegradables actualmente no son reciclables, lo que plantea un desafío para los procesos de reciclaje estándar. Los avances tecnológicos en curso tienen como objetivo crear soluciones compostables que también sean reciclables.

En conclusión
El debate actual sobre la superioridad ambiental de los envases reciclables, biodegradables o compostables carece de una respuesta singular. Cada solución tiene sus propias ventajas y limitaciones, lo que marca un paso positivo hacia la adopción de alternativas más sostenibles a los envases convencionales.